¿Sabías que se puede construir una casa en menos de una semana?

¿Sabías que se puede construir una casa en menos de una semana?

En 1946 aparecían las «Houses while you wait» («Casas mientras esperas»), este sistema permitía construir una casa, aunque fuera provisional en tiempo récord. En menos de 24 horas se podía levantar una pequeña edificación de dos habitaciones gracias a una máquina similar a un remolque, que funcionaba como molde de lo que sería el nuevo edificio. Se trataba de un sistema de prefabricación, una técnica similar a la impresión 3D en formato primitivo.

Hemos pasado de la prefabricación a la impresión. Las impresoras 3D, cada vez más asequibles y más comunes en nuestro día a día, han pasado de pequeños objetos cotidianos y han llegado, como cabía esperar, al mundo de la construcción. Imprimir nuestra vivienda, o las piezas de ella, reduce hasta en 4 veces el tiempo empleado en los métodos tradicionales, los materiales son más ecológicos, no se producen desechos y es más económico.

Ya existen múltiples experiencias en este campo, por ejemplo Big Delta, la impresora 3D más grande del mundo, es capaz de construir una casa en una semana. Emplea agua, heno seco y rocas para levantar construcciones de barro de 3 metros de altura.

Y la empresa china WinSun ha podido levantar hasta 10 casas en 24 horas a base de la impresión de las piezas ensamblables y un precio de venta que rondaría los 4.000 euros. La «tinta» que utiliza la impresora es cemento a alta temperatura y fibra de vidrio, que va creando capas hasta adquirir la forma deseada. Ya han impreso una gran villa neoclásica (parece que el avance técnico no se ha traducido al diseño arquitectónico), empleando materiales como escombros reciclados, fibra de vidrio, acero y cemento. La construcción de esta misma casa empleando métodos tradicionales, habría necesitado 30 obreros durante tres meses y el doble de coste. Otras investigaciones para la impresión de viviendas 3D juegan con distintos materiales como el chocolate, la madera, el papel reciclado, el nailon, la sal o la arena.

Este fenómeno ha llegado incluso a la carrera espacial. Tanto la NASA como la ESA (Agencia Espacial Europea) se baten para ser los primeros en construir una casa en la Luna. ¿Cómo? Pues con impresoras 3D.

Si es que bajando a la tierra. este sistema permitiría disponer de viviendas dignas, baratas y eficientes para los países y zonas más desfavorecidos. Y un amplio catálogo de viviendas para imprimir tu hogar según tus necesidades. Parece irremediable e inmediato el hecho de que las urbes del futuro serán impresas, esperemos que también sean de impresión.

 

Foto. Fotograma del cortometraje «One Week» de 1920. Buster Keaton