EL FUTURO DE LOS ARQUITECTOS

El otro día, leyendo uno de esos artículos sobre las profesiones del futuro, hizo que reflexionase sobre la profesión que nos ocupa: el futuro de los arquitectos. 

No es que me sorprendiese que ser arquitecto no esté entre las profesiones, difícilmente se puede decir que está entre las de presente, pero uno siempre guarda un halo de esperanza de que alguien la visualice como una herramienta fundamental en la transformación de la realidad para alcanzar un futuro mejor. 

Son muchas las definiciones de arquitecto que se han dado a lo largo de la historia, particularmente me gusta mucha la dada por Leon Batista Alberti, en Ra edificatoria:

«Y llamo arquitecto al que con un arte, método seguro, maravilloso, mediante el pensamiento y la invención, es capaz de concebir y realizar mediante la ejecución todas aquellas obras que, por medio del movimiento de las grandes masas y de la conjunción y acomodación de los cuerpos, pueden adaptarse a la máxima belleza de los usos de los hombres»

Si aceptamos como buena esta definición, ¿Cómo no va a ser la arquitectura un profesión de futuro? Aunque no tenemos hecho el curso de pitonisa/o, creo que todos podemos visualizar una época relativamente próxima en el que vamos a tener que modificar trascendentalmente nuestro hábitat. No podemos esperar mucho más en tomarnos en serio la generación de energía de forma limpia, en gestionar los recursos de manera eficiente, en solucionar problemas como la movilidad y del espacio de la vivienda. Desde luego la inmediatez de estas transformaciones van a depender de los grandes lobbies económicos y de las políticas planteadas, pandemias mediante, pero llegará el momento en el que serán ineludibles estos cambios en los “usos de los hombres” ¿En serio no está la arquitectura, el arquitecto, entre las profesiones y los profesionales de futuro?

Es esa lista sí estan otras profesiones que, como dicen en el conocido programa de televisión “pasapalabra”, contiene la palabra arquitecto: arquitecto de realidad aumentada y arquitecto de sistemas robóticos. Quizás debamos debamos analizar qué hacen estos “arquitectos” para ser de futuro, pero sinceramente, por mucha realidad que veamos a través de unas gafas o por muchos robots que aparezcan en los próximos años, el hombre siempre desarrollará su actividad en un espacio físico, siempre vamos a tener que “acomodar los cuerpos para adaptarse a la máxima belleza de los usos de los hombres”. La arquitectura, como disciplina, siempre tendrá futuro, ahora solo debemos reflexionar qué tenemos que hacer los “arquitectos de arquitectura” para tenerlo también. Quizás debemos de convertirnos en robots, aunque ahora que lo pienso, igual ya lo somos y por eso mismo, no tenemos futuro…